Innovador japonés y cupé de lujo estadounidense – Piedu News

1976 fue un año desafiante para los automóviles. Los vehículos estadounidenses eran cada vez más grandes y lentos, con diseños de motores más pesados ​​y complejos. Mientras tanto, a pesar de los problemas intermitentes de confiabilidad y la susceptibilidad a la oxidación, los autos compactos japoneses eran populares por su excelente rendimiento y economía de combustible. Estos cambios en el panorama automotriz han encontrado resistencia por parte de aquellos preocupados por el impacto en los medios de vida. Sin embargo, los autos japoneses se vendieron mucho y dejaron una profunda impresión.

Hoy, echaremos un vistazo a dos sobrevivientes en su 200 aniversario, cupés de lujo individuales que han resistido la prueba del tiempo. Ambos autos están ligeramente sin pulir, pero brindan una visión interesante del diseño automotriz de la época.

Primero, el Mazda Cosmo vendido en los Estados Unidos de 1976 a 1978. Propulsado por un motor Wankel de dos rotores y 1.3 litros y una transmisión automática de tres velocidades, el automóvil ofrece una experiencia de conducción única. La parrilla distintiva y los pilares traseros le dan al estilo estadounidense una impresión elegante. El interior tiene un toque europeo, como asientos de cubo, una consola central y un volante estilo Alfa Romeo. A pesar de la tapicería y el tablero de instrumentos gastado, el exterior del automóvil está en condiciones decentes, con un mínimo de oxidación y algunos rasguños. La transmisión automática puede decepcionar a los entusiastas, pero se presta bien al encanto nostálgico del automóvil.

A continuación, está el Ford Elite, un cupé de lujo personal que va en contra de la tendencia de los grandes autos estadounidenses. Con 18 pies de altura, este vehículo mediano ofrecía comodidad y opulencia. El interior cuenta con lujosos asientos y paneles de las puertas con capitoné de botones. Tenía un motor V8 de 351 pulgadas cúbicas que generaba alrededor de 150 caballos de fuerza, pero los compradores se sintieron atraídos por el diseño peculiar del automóvil. Con 132,000 millas en el odómetro, este Elite en particular funciona bien, aunque puede tener fugas de vacío y algo de juego en la dirección. También como muchos autos de esa época, la capota de vinilo muestra signos de óxido.

Ambos vehículos obviamente palidecen en comparación con sus contrapartes modernas, pero sirven como recordatorios interesantes de cómo fueron diseñados y fabricados en los años 70. A pesar de estos defectos, el automóvil ofrece un vistazo a una época pasada y puede apreciarse como un tema de conversación o un paseo nostálgico.

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